martes, 3 de enero de 2012

#2

Queria decirle que casi ya no sentia.Queria contarle la verdad que hay tras esos ojos cerrados,cansados de esperar.Queria hacer que por ultima vez sonriese,volviese a sentirse seguro,feliz en paz y armonia con todo lo que una vez fue,con todo lo que nunca será.Queria que sintiese lo que ella sentia,que viese lo que ella veia,pero sin llegar a dar el paso que ella estaba a punto de dar.
Sabia que lo que estaba a punto de hacer,lo que ya estaba haciendo,quiza no mereciera la pena,pero estaba dispuesta a hacer ese sacrificio para satisfacer su curiosidad,para hacerse un poco mas fuerte,quiza para demostrarle a el todo lo que podia hacer.Y el estaba alli a su lado,expectante.¿Qué pretendia?No volverian a hablar,no volveria a oir su voz,no podria compartir con ella los experimentos de tan arriesgada aventura.Y es que ese era el fin,y ambos lo sabian aunque trataran de ocultarlo con pequeños velos y verdades a medias.Querer saber lo que habia mas alla de la muerte solo llevaria a caer en ella,a ser parte de ella,a desligarse de ese mundo en el que ahora vivian aunque no quisiesen seguir...Por eso ella se habia adelantado,habia salido entre la multitud diciendo que ella llevaria a cabo la tarea,que haria lo que nadie osaba intentar,ya que ¿que podia ella temer a la muerte,si la vida era mayor castigo del que pudiera pensar?
Fue entonces cuando lo conocio,cuando el tambien se adelanto y dijo que la ayudaria,que juntos desafiarian a la Parca,que llevarian a cabo el sueño de la humanidad desde tiempos inmemoriables.Ellos vencerian a la muerte y acabarian con su reinado,basado en el terror a lo desconocido,miedo a no saber que hay mas alla.Pero para ello,por supuesto,debian arriesgarse,uno de ellos deberia sacrificarse para ir mas allá.Ella fue la primera en adjudicarse ese honor,el honor segun ella de acabar con una vida de sufrimientos y penurias,el honor de aprender incluso cuando ya todo acaba. 
Pero ahora,con el fin cerca,se daba cuenta de que nada de eso tenia sentido.No podria comunicarse con el,a pesar de la infinidad de medios que habian inventado para ello.Ahora que estaba de camino,ahora que sentia como sus sentidos se iban apagando,sabia que no habia tecnologia capaz de penetrar en esa niebla,barco capaz de adentrarse en ese mar que la absorvia y se apoderaba de todo su ser.
Ahora sabia que aquello era para siempre,que por mucho que quisiese nunca podria volver atras,por mucho que estudiasen no podrian revertir aquello...porque la muerte era la base de su humanidad,era lo unico que les prohibia llegar a los maximos niveles de arrogancia.Ahora sabia que no volveria a ver la luz del sol,que se acabaria una vida resignada al sufrimiento,que no volveria la humillacion ,que el dolor pasaria a formar parte de la Historia,de una historia pasada que nunca volveria.Pero tambien sabia que no volverian los buenos momentos,escasos si,pero irrepetibles.Pequeñas sonrisas que sin querer se escapaban por la comisura de unos labios comidos por las lagrimas,mordidos por los labios sedientos de la mutilacion.En realidad,de repente lo supo,siempre habia tenido el miedo de acabar con su vida antes de haber conocido la verdadera felicidad,;y ahora,mientras una parte de su cerebro le decia que nunca la habria conocido,la otra la regañaba por no haberlo intentado.Pero ya es tarde,decia una tercera opinion,ya estamos llegando,ya no hay vuelta atras.
Fue entonces cuando las otras dos partes de su cerebro reaccionaron,chillaron,gritaron,intentaron zafarse de la trampa que ellas mismas se habian puesto,intentaron escapar...sin sentido,por supuesto.Como esa voz sabia le decia,estaban llegando....ya los sentidos no formaban parte de ella,su mente solo era oscuridad,voces apenas audibles...y esa luz que poco a poco se iba acercando hasta que,con un fogonazo final,lo acabo todo.

lunes, 2 de enero de 2012

Lluvia.

Hoy es uno de esos días en que te levantas y no hace frío, pero que cuando miras al cielo se te mete en los huesos. Está mañana, al despertar, el  suelo estaba mojado y las nubes teñían el paisaje de un tono tristón.
Para mi abuela, hoy era día de migas, de acercar la enorme sartén al fuego y cocinar.  Para mí era día de botas militares, paraguas ancho y mp3 a tope de batería. Era día de salir a la calle y pensar. De caminar hasta que los pies se me machacasen, de destrozar la superficie de cuantos charcos encontrase a mi paso.
O simplemente, de quedarme en mi  cuarto mirando por la ventana. De jugar con las gotas de lluvia que resbalan mi cristal y dejar que la música me inundase por completo.
En cualquier caso, los días de lluvia son días de música.  En realidad, cualquier día es día de música. Pero cuando llueve los sentidos se aletargan, se abren los poros para expulsarlo todo, y es más fácil para los pensamientos volar libres y para los sentimientos despertar. En los días de lluvia es cuando la música, esa gran amiga, se torna suave y sencilla, acaricia tus oídos e ideas  de una forma a la vez humilde y majestuosa.
 Y hoy es uno de esos días en los que me gusta dejarme llevar, esos días en los que los tonos grises son reflejo del mundo pero no son tristes, esos días en los que llorar no es pecado  si lo haces a solar y con la excusa de una canción. Hoy mi día se llama canción, la música hecha poesía, un festín para mis oídos y mi corazón.
Hoy las notas se han hecho versos para expresar lo que llevaba tanto tiempo guardado en mí. Hoy la poesía invade mis venas, mi nombre, poesía, que vuela libre con cada nota que se desvanece en el aire.

domingo, 1 de enero de 2012

Cuando piensas en voz alta delante de un folio en blanco

Ahora todos van a olvidarse de ella,su nombre desaparecerá entre las lagunas del olvido.O quizá no desaparezca,quizá nunca existió.Quizá todo lo que creyó vivir no fue más que un espejismo creado por su imaginación,no fue más que un intento por sobrevivivr.Quién sabe,si no ella misma sabe lo que está bien o mal,qué es arriba o abajo,no sabe siquiera si es dueña de su propia existencia o es la vida quien la arrastra hacia ese pozo sin fondo que nada bueno puede contener.Oye mientras cae a su alrededor voces,gritos,rugidos.Ve de lejos bestias inmundas,garras afiladas que la atraviesan sin que su cuerpo lo note,tal es la agonía y el vacío que la ahogan por dentro.¿Puede alguien odiarse a sí mismo?Eso parece,pues ella lo hace a cada segundo.Eso,claro está,en los breves momentos de lucidez en que entiende todo lo que ha pasado y no cree que esta muerte súbita sea un mero engaño de su mente.
Pero ya basta de caer,parece que el pozo sí que tenía fondo.Ahora levántate,usa tus piernas aunque no te aguanten y corre,corre cuanto puedas,pues el dolor te persigue y has de ser más rápida que él.Mala suerte,te alcanza,cada vez está mas cerca.Y ya no sabes qué harás cuando te alcance,porque esta vez ya no habrá otra oportunidad.
Así que ahora no corras,sigue andando.Camina como si todo fuera bien,como si en tu corazón hubiese algo más que vacío y soledad.Aparenta estar bien y así,con bastante suerte,quizá llegue un día en el que olvides lo mal que está todo y puedas volver a empezar.Quizás un día seas capaz de acostumbrarte al dolor,como algunos dicen saber hacer.Ahora,anda.Cubre tus lágrimas con besos inventados,ama tu piel como si alguien lo hiciera por ti.Oculta esos tristes versos que manan de tus labios doloridos y cámbialos por alegres canciones con un trasfondo de muerte sin piedad.
Hazte al mundo,niña,y madura.Es hora de que aprendas que la vida no va a darte nada.Es hora de que aprendas que al mundo no le imporas,que en esta cuenta bancaria,si fueras un número serías rojo.Que para el resto de mortales,tu definición mas exacta es escoria,aquello que nunca debió existir.Y aprende,como debiste aprender hace tiempo,que si qiueres algo debes conseguirlo tú.Nunca confies en nadie pues en quien mas confies y en quien mas te apoyes puede abandonarte cuando mas lo necesitas.No dejes que nadie te vea llorar,pues así solo demostraras tu debilidad.Construyete un yelmo,que las facciones de hierro cubran tu rostro y muestres sólo aquello que tu quieras mostrar.Lucha por tí y por tu vida,porque sólo tienes una y no puedes gastarla llorando.